
Para investigar en la práctica y en nuestra condición humana tal y cómo hacemos tiene que haber libertad; no al final de nuestra existencia sino desde el mismo inicio. Uno, no puede explorar, investigar o examinar las cosas a menos que sea libre.
Para poder ver y profundizar, se necesita no solo libertad, sino también la disciplina necesaria para observar. Así que la libertad y la disciplina van juntas. No es que uno deba de ser disciplinado para luego ser libre….
De modo que utilizamos la palabra “disciplina” no en el sentido tradicional o moral aceptado, que significa conformarse, imitar, reprimir, seguir un modelo rígido establecido, sino mas bien con el verdadero significado de la palabra que es APRENDER.
El aprender y la libertad van juntos y desde ahí la libertad genera su propia disciplina. No una disciplina impuesta por la mente para conseguir un cierto resultado.
Así pues, estas dos cosas son esenciales: la libertad y el acto de aprender.